Siempre tuve el deseo de chica de vivir esas experiencias de “Intercambios entre países” , el cual implicaba, en aquella época, ir 3 o 6 meses a un país, a la casa de una familia desconocida, que estaba predispuesta a brindarme alojamiento, a cambio de que mi familia lo haga con algunos de sus hijos al mismo u otro tiempo. Pero como muchas cosas en la vida, el tiempo pasó y no se cumplió mi deseo. Es ahí, donde dije que nunca más iba a poder hacerlo, que solo lo que podía llegar a pasar es de grande tener un buen sueldo e ir a distintas partes del mundo solo por 15 días, y la verdad que ese no era mi verdadero sueño.
No sé porque motivo siempre dije que mi país favorito es Australia, recuerdo de chica siempre decía que quería ir a Australia, que si tuviera la posibilidad de hacer el intercambio cultural elegiría Australia. Pasaron algunos días, luego de esa noche en la cual le conté a mi novio en qué invertiría mi dinero si no estuviera de novia; y explico el “si no estuviera de novia” simplemente porque Saul o sauli como le llamo yo, no es de esas personas aventureras, desestructuradas, capaz de renunciar a su empleo por un viaje al otro lado del mundo, capaz de vender todo aquello que sea necesario (y que tanto le costó tener) para irse y dejar todo. Bueno volviendo a que pasaron unos días de aquella noche me llega un mensajito diciendo: “amor! Nos vamos a vivir a Australia”, ahí me digo a mi misma, que gracioso este chico que juega con mis deseos de vida. Pero para seguirle el juego le digo: “ si amor, dale”; dando por sentado de que era un simple mensaje adicional a todos esos que hacemos cuando tenemos algún que otro momento de aburrimiento en nuestro trabajo.
Siguieron pasando los días, y una tarde mientras merendábamos me dice, ya le dije a mi mamá que nos vamos a vivir a Australia. Y ahí reacciono y me digo a mi misma, no estamos trabajando, no estamos aburridos y no estamos escribiendo un mensaje adicional a todos esos que hacemos cuando tenemos algún que otro momento de aburrimiento en nuestro trabajo. Es ahí donde la euge cae y dice la pucha, me lo dice enserio. Reacciono y le pregunto: - De verdad?, sorprendida de sus palabras. – Sí, me dice.
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